En días pasados, un amigo, más que un amigo un hermano, tutor mío en las redes, me confirmaba que un tal Efe Lo, F. Lo o cosa parecida, “había fundido” a una amiga suya, periodista cubana independiente, en Facebook. Según el relato, el hombre vivía en “el extranjero,” pero apoyaba a Díaz-Canel y “parecía cubano”, pero a la vez no sé porqué le daba pinta de “chavista” de Venezuela.
Según narró, el Efe Lo este le había hecho tanto daño con sus argumentos roboilusionarios a la joven, que esta, entre acosada y molesta, entre decepcionada y angustiada, optó por cerrar su Facebook.
“Es una ciberclaria,” me dijo el amigo y me envió un screenshot del personaje, y el link de su perfil en Facebook.
¡Ja! Cual no sería mi sorpresa al constatar que este híbrido de cameleón cubano con majá de Venezuela, no era otro sino un viejo conocido del periodismo cubano: Félix López.
¿Quién es Félix López? Pues F.Lo, o Efe Lo. Hasta con los nombres se vuelve él camaleónico, pues gusta cambiárselos a cada rato para despistar, y seguir en sus andanzas por las redes defendiendo a la Revolución desde afuera.
Lo primero que voy a decir es que este hombre, es amiguito desde el año de la corneta de “El Puesto a Dedo:’ Díaz-Canel. Cúmbila. Ambia culiñán también de Robertico Robaina y de Contino, el de los CDR. Entre los cuatro gustaban de reunirse a hablar mierda, hacer chistes de Fidel y Raúl; y claro curdar, sacar chismes de mujeres…. cosas de adolescentes, pensaba uno.
Según lo recuerdo de la Facultad de Periodismo, Félix López era un mal estudiante, pero escribía bien. Además era habilidoso y ladino. Siempre se buscaba amigos “mejor colocados”; y así se fue ganando afectos en su camino a la cúspide.
Con Diaz-Canel, Robertico “Brincadera” y Contino “El Baboso”, Félix López hacía lo que le daba la gana en esa Unión de Jóvenes Comunistas, que es casi como decir, en Cuba entera.
Intentaba hacerse el jefe y el importante donde quiera que iba y estaba. Era tan presuntuoso que se jactaba de poder entrar a la oficina de Robertico Robaina tanto en la UJC, cuando Robertico “Brincadera” era Primer Secretario, que luego, cuando dejó “el que no salte es yanqui” y se fue para el MINREX. En el edificio de los CDR, era casi que Contino mismo. Todo el mundo le sonreía, sabedores que el tipo se daba la lengua con cualquiera, y podía mandar a matar a malanga.
Sin embargo, dentro del ámbito periodístico Félix López no era bien visto. Rosa Miriam Elizalde, la misma de la que hablamos en días pasados aquí y contamos la arrastrá por el suelo que le dio la mujer de Rogelio Polanco en el edificio de Fama y Aplausos, era su enemiga a muerte. Jurada.
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Dicen que su mala fama entre las mujeres se debía a su espíritu machista. Gustaba hablar de ellas, se burlaba de ellas, y las violentaba. Además se creía ricote y macho lindo – aunque era un gordito más bien feuco – y era muy traicionero y deshonesto.
La verdad es que chanteajaba -dicen – a casi todas con las que se acostó. Las malas lenguas dicen que estuvo con Aixa Hevia, pero eso yo nunca pude comprobarlo, aunque Aixa era calientona, y al pobre Domingo le dio hasta dormida y roncando. Recuerdo que en un evento, en las Escaleras de Jaruco, Aixa formó tremendo subibaja con varios compañeros, pero curiosamente Félix López no estaba ese día ahí.
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Su infidelidad con su ex, que sin dudas era el amor de su vida, debe haber sido el detonante para que el ladino Félix no pudiera cuajar dentro del periodismo y fuera muy mal visto entre las mujeres del gremio.
También estuvo en Juventud Rebelde, pero de allí, tras formar no recuerdo qué mejunje se fue, pues no se había graduado.
Recaló en Granma y de inmediato se convirtió en el niño lindo del viejo camaján de Frank Agüero, de quien ya también hablamos en una ocasión aquí, y quien sin dudas es el peor director que ha tenido el diario Granma en su historia.
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Tanto favoritismo de Agüero con Félix López no era casual. Agüero era todo un bicho, y pronto descubrió que el muchachito tenía “contactos”, y en ese mundo de víboras, no vale tanto el oficio como “el padrino”. Por supuesto, cuando apareció el primer viaje, vacas sagradas se quedaron fuera, y Félix López agarró el faster auspiciado por el Coronel Agüero.
Fue enviado, se supo luego entre los que estábamos arriba en el top de los periodistas, a Venezuela. Y poco a poco se convirtió en ¡asesor de Hugo Chávez! Al mismo tiempo se hizo amigote de Nicolás Maduro y de Alí Rodríguez.
Recibía prebendas y regalos de PDVSA. Rápidamente levantó una fortuna y con dinero, no le faltó el amor. Conoció a una venezolana y se casó. Jamás volvió a Cuba.
Se rumoraba que “había sido autorizado” a quedarse en Venezuela, pero como era y siempre fue una rata de cloaca, a la primera que se puso la cosa mala con los cubanos en Venezuela, agarró a su morocha y se fue para España. Con plata. Mucha plata.
Desde allí, presuntamente lavó y lava dinero para Venezuela y Cuba. Otros dicen que no, pero que sí “colabora” y que recibe su mensualidad chavista cada mes.
Otros allegados a este camaján dicen que Félix López es un doble agente; que lo mismo apunta para Venezuela que banquea para Cuba. Aún cuando solo lo haga para Venezuela, da igual, porque los gobiernos de Venezuela y Cuba se dan la boca.
Este, es el defuacatao y tibor con patas que a cada rato vemos haciéndose el más revolucionario que nadie; porque siempre ha sido eso: un tipo ladino y astuto, que flota y se mueve según vea la marea.
Una chica con la que Félix tiró una canita al aire, me reveló en exclusiva que en el año 1994, cuando la crisis de los balseros, ella pensó que Félix iba a aprovechar e irse, porque la situación en el Periodo Especial estaba tan mala que él, a pesar de todo su cumitancia con los jerarcas de la UJC, se la estaba viendo fea.
Sin embargo, se lo encontró después. Asombrada le preguntó “por qué no se había ido” y su respuesta fue “muy inteligente”.
“Yo algún día me iré de esta porquería, pero no así, arriesgándome en el mar. Yo me voy por el José Martí, y con pasaporte rojo”.