De acuerdo a una denuncia publicada por el periodista cubano Jorge Carpio, oficiales del régimen protagonizaron una denigrante escena la noche del domingo, en la que agredieron e impusieron multas a varios ciudadanos cubanos en un parque de La Habana, por estar en la calle luego del horario establecido.
“Anoche, la Policía Nacional Revolucionaria reprimió en el Parque de La Fraternidad. No es noticia pero lo hizo. Multaron a personas mayores, por permanecer en la calle después del horario establecido; los más jóvenes pudieron escapar a la saña de sus perseguidores”, comienza el relato de Carpio.
Indignado por lo ocurrido, el comunicador dijo que, las varias de las personas que estaban en los alrededores de la plaza, solo estaban esperando la guagua, la cual nunca llegó; sin embargo, al régimen poco le importaron las circunstancias e impusieron multas en contra de quienes estaban allí únicamente por problemas de transporte.
El periodista además reveló que, como si se tratase de algo satisfactorio, los policías miraban el reloj con ansias, esperando que fueran las 9:00 de la noche para comenzar a reprimir, cumpliendo la orden encomendada por la dictadura.
“A las nueve en punto salieron a reprimir, recordé los perros de la granja de Orwell, a una ciudadanía hambreada que esperaba ansiosa un transporte para llegar a casa”,
añadió Carpio.
En la denuncia publicada en Facebook aseveraron que los agentes del régimen no escatimaron en poner multas y no “tuvieron compasión, se dispersaron por el parque, tonfa en mano, y capturaron satisfechos a sus presas amedrentadas”.
Sin que se les diera ningún tipo de explicación, los cubanos que alzaron su voz en contra de las autoridades fueron conducidos a un camión y llevados hasta una unidad policías, según la denuncia.
Después de la ola de represión y de que el camión se marchara, se desconoce que fue lo que ocurrió; sin embargo, el comunicador detalló que en el momento que poco antes de eso, los gritos eran “denigrantes” y los “golpes duros”. Además las personas fueron montadas a la unidad de transporte de manera violenta y con insultos.
“Una mujer mayor, jubilada, cargada de bultos, de seguro con algo para los suyos, pedía clemencia pero ellos decían que no. Si no tiene dinero para pagar la multa que se la paguen sus hijos, señora, le gritaban”,
añadió
Carpió comentó que, “en tiempos de dictadura la policía no está para proteger a los ciudadanos”, es decir, solo están para velar por los intereses del Estado y proteger a los mandatarios, sin importarle que el pueblo solo estaba en espera de una guagua en el Parque de La Fraternidad, o que estaban en “colas para llevarle algo de comer a la boca de sus hijos”.
“Y por si lo han olvidado: el pasado año, por este tiempo, cuando empiezan los calores a arreciar, la policía cubana asesinó a un joven, según ellos, porque estaba cometiendo un delito y agredió a los agentes del orden; se trataba de un delincuente, decían. ¿Cómo reaccionó la ciudadanía? Hizo silencio, un silencio bochornoso”,
recordó el periodista sobre el brutal asesinado del joven afrocubano Hansel Hernández.
Finalmente, el periodista hizo una reflexión de cómo el publo cubano calló ante la muerte de Hernández y de cómo fue tildado como un delincuente sin pensar que un día podrían ser tratados del mismo modo, ya que “los órganos represivos cubanos siguen arremetiendo, y cuando la víctima aguanta los golpe en silencio el maltratador se ensaña, embiste con más fuerza, todo el mundo lo sabe”.
Redacción de Cubanos por el Mundo