Ante las crecientes denuncias de escasez de medicamentos, insumos médicos e incumplimiento de los protocolos contra la COVID-19, al mandamás cubano Miguel Díaz-Canel, se le ocurrió la brillante idea de ir hasta las Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos, con todo su gabinete de focas comunistas, para intentar “calmar” a la población, pero sin llevar nada de lo que falta en dichas provincias.
Medios oficialistas titulan que Díaz-Canel fue hasta el “centro” de los problemas en Cuba, cuando la realidad es que son las provincias de Matanzas y Ciego de Ávila las que mayor alarma generan por el colapso de sus sistemas de salud frente al coronavirus.
Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos, en efecto tienen una situación alarmante debido al rebrote de coronavirus, pero aún no es comparable con lo que está ocurriendo en Matanzas y Ciego de Ávila.
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Al parecer, el dictador inició una campaña para intentar “calmar” el descontento de los cubanos que cada día se hace más grande. Sin embargo para nadie es un secreto que la figura del mandamás, más que tranquilidad, genera un rechazo enorme.
Una fuente consultada por Cubanos por el Mundo, detalló que actualmente en el país no existe ningún tipo de medicamento para tratar enfermedades.
“No hay interferón, ni Nasalferón, ni Azitromicina ni nada para darle a los enfermos. Tampoco hay ambulancias. El traslado de los pacientes demora de 8 a 12 hrs. Los resultados de los PCR hasta 5 días, y sin esos resultados no toman medidas contigo. Te mandan para la casa a seguir contagiando gente”, detalla la fuente.
Este panorama se repite en todos los hospitales del país. Recientemente reportamos el caso de un joven en Matanzas cuya madre falleció en un hospital debido a que no recibió el tratamiento necesario ni los cuidados adecuados.
El joven culpó a Díaz-Canel sobre lo ocurrido y exigió su renuncia, ya que por lo visto la crisis del coronavirus se le salió de las manos.
Díaz-Canel intenta hacer control de daños
En vista de la incapacidad de sus funcionarios para atender al pueblo y controlar el coronavirus, el mandamás emprendió una cruzada para “caerle a muela” a los trabajadores castristas y pedirles que hagan bien el trabajo.
Para los medios oficialista esto es una acción de “humildad” y de “contactos más humanos con el pueblo”. Pero para quienes conocemos la realidad del pueblo de Cuba, sabemos que es una medida desesperada para intentar calmar el rechazo y descontento que su figura genera en el país.
Redacción Cubanos por el Mundo
