La heredera de la dictadura castrista, Mariela Castro Espín, se pronunció sobre la supuesta violencia contra la Policía de Cuba durante las protestas populares del pasado 11 de julio, afirmando que daban “ganas” de ayudar a los oficiales, pese a que estos fueron los que agredieron violentamente a los manifestantes.
A dos meses de las históricas manifestaciones en Cuba, Castro Espín decidió romper el silencio públicamente sobre estos hechos.
La hija del dictador Raúl Castro, aparece para justificar la represión contra los manifestantes, alegando que fueron los policías quienes fueron supuestamente violentados por los cubanos que exigían a gritos un cambio de régimen.
“Cuando empezamos a ver las imágenes hubo momentos de violencia policial. Me da hasta pena, te dan ganas de ayudar a los policías”.
La sexóloga, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), apoyó además el llamado a la violencia hecho por el mandamás cubano, Miguel Díaz-Canel y que tanto rechazo generó dentro y fuera de Cuba, al punto de que la imagen del “puesto a dedo” se fue al suelo y el Partido Comunista está intentando levantarla a como de lugar.
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“Una situación de ese tipo, hay cosas que se pueden ir de las manos”, dijo Mariela Castro en torno a algunos “excesos” que hubo por parte de la comunista de Cuba, que acabó con la vida incluso de un cubano en La Habana.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos, una de las organizaciones que ha registrado y seguido la represión y los detenidos por las protestas del 11 de julio, criticó que Mariela Castro ampare ahora la violenta represión contra manifestantes pacíficos en la isla.
Redacción Cubanos por el Mundo