Ante la relajación de medidas sanitarias en varias provincias de cara a la apertura de fronteras el próximo 25 de noviembre, la Iglesia Católica en Santiago de Cuba pidió al régimen que se normalicen los horarios de las misas y actividades parroquiales en la provincia.
En un comunicado compartido en las redes sociales de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, Monseñor Dionisio García, arzobispo de la región, llamó a que las misas vuelvan a programarse en el horario habitual que existía antes de las regulaciones para evitar la propagación de la COVID-19 en la isla.
“En el día de ayer 24/9, se dictaron nuevas medidas para suavizar las restricciones que para evitar la propagación del COVID estaban vigentes. Desde el día de hoy la restricción de movimientos públicos es desde las 8:00 pm. Hasta las 5:00 am. De hecho también han informado que progresivamente se volverá al trabajo y el transporte público se irá normalizando”
expresa el comunicado
Arzobispado de Santiago de Cuba suspendió sus actividades hace ocho meses
El pedido de la Iglesia católica en Santiago de Cuba surge ante la controvertida decisión del régimen de abrirse al turismo internacional, pese a que la cifra de contagios por coronavirus sigue colapsando hospitales y policlínicos en toda la extensión de la isla.
Si bien el régimen dará entrada a miles de turistas en las próximas semanas, la exigencia del arzobispado es recuperar paulatinamente los diferentes eventos y acciones parroquiales tales como bautizos, catecumenado de adultos, etc.
Por el momento, los religiosos en Santiago de Cuba reiniciarán el trabajo de atención a las pequeñas comunidades del campo y de la ciudad. Sin embargo, muchas personas mayores, por protección comprensible, no asistirán (a las celebraciones eucarísticas), al igual que los niños y los adolescentes.
“Nos toca ser lo suficientemente creativos para ir haciendo presencia donde se pueda”
indica en el comunicado
Fue en enero, hace más de ocho meses, cuando la Arquidiócesis de Santiago de Cuba suspendió toda actividad parroquial y presencia en celebraciones en templos ante el rebrote de casos de contagios de COVID-19. Semanas más tarde, la Conferencia de Obispos de Cuba dictaminó la suspensión de todas las celebraciones públicas en templos y comunidades católicas del país a fin de contribuir con las medidas preventivas para contener el avance del coronavirus.
Redacción Cubanos por el Mundo