La prisionera política Lizandra Góngora se rapó la cabeza como muestra de que continúa “plantada” en la prisión de mujeres del Guatao, en La Habana.
El esposo de la opositora, Ángel Delgado, explicó a Radio Martí que la fémina abandonó la huelga de hambre por complicaciones de salud.
“La Jefa de la prisión me dijo que Lizandra se peló al rape y que ella fue la que incitó a la huelga de hambre. Yo fui a la cárcel, pero no me dejaron verla, solo permitieron pasar un poco de comida que le llevé y me dijeron que la semana que viene me avisarían cuando se apruebe una visita”, indicó Delgado.
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Al igual que varios presos políticos en la nación, Lizandra Góngora se niega a vestir el uniforme de los reos comunes, así como a consumir el alimento proporcionado en el penal.
“Ella rechaza la comida del penal. Estuvo en huelga de hambre como seis días. Al tercero, la llevaron al hospitalito del centro penitenciario porque le subió la presión, pero parece que ya se restableció y la llevaron otra vez para la celda”, dijo el esposo de la activista miembro del Partido Republicano de Cuba.
Lizandra Góngora cumple injusta condena de 14 años de privación de libertad
Tras su participación en las históricas protestas del 11J del 2021 en la mayor de las Antillas, la cubana Lizandra Góngora fue acusada de los delitos de sabotaje, robo con fuerza y desorden público. Tras ello, el régimen la sentenció injustamente a 14 años de cárcel por salir a exigir sus derechos como antillana.
“Quiero hacer saber al mundo entero que la llamada Justicia Penal me sancionó a catorce años de privación de libertad; yo me declaro inocente porque, pensar diferente e ir en contra del régimen ilegal y corrupto que hay en nuestro país, no es un delito”, indicó la opositora meses atrás.
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Redacción Cubanos por el Mundo
