Los mitos sobre la masturbación han circulado a lo largo de los siglos con todo tipo de teorías conspiranoicas y fatalistas, pues muchos religiosos la han catalogado como una acción “impura”, así como “cobarde” y de “poca virilidad” en la cultura de muchos países, al punto de que se considere un tabú.
No obstante, de acuerdo con un reportaje del diario El Mundo de España, el 50% de las mujeres y más del 70% de los hombres recurren a esta práctica placentera, por lo menos una vez al mes, siendo mucho más común de lo que se cree.
Según la ciencia, la masturbación produce altos niveles de dopamina (hormona del deseo y el placer) y serotonina (hormona de la tranquilidad y el equilibrio mental) en el cerebro, por lo que sus beneficios son sumamente importantes para el cuerpo humano.
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Pero… ¿qué pasa si se deja la masturbación?
Dejar la masturbación pudiera convertirse en un reto para muchas personas, especialmente las más jóvenes, pues aunque no esté comprobado que este hábito genera adicción, sí es cierto que algunas personas tienden a crear una “zona de confort” entorno a esta práctica erótica.
Esencialmente, masturbarse reduce el dolor, ayuda al sistema inmunológico y en los hombres enfrenta y disminuye el cáncer de próstata, además de otros beneficios de lo más saludables, por lo que dejar esta práctica trae más efectos negativos que positivos.
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En el caso de las mujeres, de acuerdo con el medio de variedad “Yasss”, la falta de masturbación o de cualquier otro estímulo puede tener efectos más negativos para la salud. Ello debido a que el orgasmo genera una sensación de bienestar y tranquilidad.

Al prescindir de esto, se podrían disparar los niveles de estrés, y, por lo tanto, dificultaría el “sueño reparador”.
Sabiendo que el orgasmo femenino favorece la salud del útero, pues estimula la liberación de sustancias residentes en las bacterias ubicadas en el cuello uterino, la masturbación o relaciones sexuales son necesarias para las féminas.
Redacción Cubanos por el Mundo