El sacerdote cubano Alberto Reyes Pías, pidió a los residentes en la Isla no participar en la farsa electoral del #27N.
En una publicación desde su cuenta personal de Facebook, Reyes consideró que hay una marcada diferencia entre votar y elegir.
El párroco de Esmeralda, municipio norteño de la provincia Camagüey, mencionó que “en los países que respetan la democracia, cada cierto tiempo se convoca a elecciones”.
Cuba, obviamente, no está en esa lista de naciones donde el individuo tiene “opciones diversas” y puede “optar por el tipo de sistema social que prefiera”.
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Elecciones libres y trasparentes para el pueblo cubano!
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“Si no existen opciones diversas, no son elecciones sino votaciones, es decir, el ciudadano no elige, simplemente vota por aquellos que darán continuidad a la única opción reconocida, al único camino propuesto.”
El sacerdote hizo un retrato de la Cuba totalitaria y antidemocrática, donde estas supuestas elecciones no son más que una obra de teatro.
“Cada actor volverá a su casa y todo seguirá absolutamente igual”, dice el sacerdote Alberto Reyes
El régimen cubano ha convocado a elecciones municipales el próximo domingo 27 de noviembre sin ningún tipo de oposición.
Aunque las autoridades aseguran que cualquier persona, de cualquier ideología o filiación política, pueda ser nominada, otra es la realidad.
De ahí que el sacerdote católico considere que este proceso, desde su génesis, no representa ni aporta ningún cambio o mejora para el pueblo.
La representación teatral, termina “con una ´equis´ que no define nada y con la colocación en las urnas de una boleta castrada que no originará absolutamente ningún cambio en la vida del ciudadano.”
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El valiente post del sacerdote camagüeyano culmina diciendo que, después de esa obra de teatro, “cada actor volverá a su casa y todo seguirá absolutamente igual, porque por mucho que cambien los candidatos, ellos no son otra cosa que parte de la obra, sin poder ninguno para cambiar el guión.”
En resumen, si los cubanos quieren participar de la farsa electoral y ser, en vez de agentes de cambio, partidarios de la “continuidad”, entonces deberían ir a las urnas.
Si en cambio, “si no se tiene la vocación teatral y, además, se es partidario de un cambio real, entonces el domingo es un día demasiado hermoso para andar por ahí haciendo tonterías”, sugiere el clérigo en su publicación.
Redacción Cubanos por el Mundo
