Luego de meses de suspensión, finalmente se llevó a cabo el falso juicio contra la joven activista e influencer cubana, Sulmira Martínez Pérez.
La audiencia, desarrollada en La Habana, estuvo marcada por un operativo policial desproporcionado, como si se tratara de una peligrosa criminal.
Según contó su madre, Norma Pérez, al medio independiente Diario De Cuba, agentes de la Seguridad del Estado se desplegaron tanto dentro como fuera del tribunal.
Vale recordar que Sulmira Martínez enfrenta graves y muy falsas acusaciones que incluyen incitación a la violencia y promoción de un estallido social a través de publicaciones en redes sociales.
Además, la Fiscalía la señala por supuestamente planear ataques con “cócteles molotov”, aunque no se presentaron pruebas materiales que respalden estas imputaciones, como sucede casi siempre con los presos políticos.
Pese a la falta de evidencias claras, la Fiscalía insiste en pedir una condena de 10 años de prisión.
El citado medio reportó que, durante la audiencia, la abogada defensora desmanteló punto por punto las acusaciones, subrayando la ausencia de elementos contundentes que vinculen a Sulmira con los supuestos planes de violencia.
Sin embargo, el ambiente hostil y la presión ejercida por el régimen sobre el caso fueron evidentes, dejando entrever que el proceso judicial está claramente orientado a la represión.
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Detenida desde enero de 2023, Sulmira Martínez no cuenta con antecedentes penales, pero ha sido tratada con extrema dureza.
En ese sentido, su progenitora expresó su temor ante el sesgo judicial del proceso. Aunque confía en la labor de la defensa, lamentó no poder despedirse de su hija al término de la audiencia.
Ahora, la familia y los allegados de la chica esperan con incertidumbre el fallo definitivo, previsto para el próximo mes.
Como Sulmira Martínez, son muchos los jóvenes que permanecen secuestrados por la dictadura, al mismo tiempo que los verdaderos criminales se pasean por las calles a sus anchas.
Redacción de Cubanos por el Mundo
