La imposibilidad de contar con un Internet de libre acceso y en todo el territorio, no ha impedido el ingenio cubano ni la inventiva de los jóvenes emprendedores. Es así como se abrieron paso con una app para emular el servicio de Uber que se populariza en el mundo.
“Encontramos un mapa, empezamos a estudiar diseño, programación y marketing. Entonces empezamos la idea, desarrollamos la app desde cero y la lanzamos en diciembre del año pasado”, comentó a Efe Claudia Cuevas, quien es una de las mentes detrás de la aplicación Sube, que hoy cuenta con más de 6,000 usuarios y 70 conductores en la Isla.
Cuando lanzaron la aplicación, contaban con una sede en un parque en el barrio habanero del Vedado, que tenía un punto wifi para conectarse.
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Luego de varios meses de trabajo y sorteando algunas dificultades, ya tienen en Centro Habana su primera oficina moderna y espaciosa, con ocho profesionales integrados al equipo.
Y no son los únicos
Bajanda es otra aplicación creada como competencia. Ambas aplicaciones son una réplica de Uber que han sido adaptadas a la realidad de Cuba, en un país donde el uso de tarjetas de crédito, la conexión e Internet y el acceso a vehículos modernos es restringido.
Estas propuestas denotarían un cambio significativo en los proyectos a corto y mediano plazo de cada joven cubano. El mayor anhelo de los universitarios que era abandonar casa prontamente, podría estar haciéndoles pensar que hay cosas por cambiar, viendo oportunidades en la Isla.
“Hay mucho que hacer en Cuba, muchos caminos que explorar con los conocimientos que tienen los jóvenes cubanos: estamos estudiando constantemente, no tenemos barreras ni frenos, siempre estamos pensando qué hacer para mejorar económicamente y en cuanto a desarrollo profesional”, afirma la cofundadora de Sube.
Redacción Cubanos por el Mundo
