El cuerpo sin vida de una joven cubana de veintidós años de edad fue hallado este domingo, próximo a un basurero en un barrio al oeste de Moscú, capital de Rusia.
La información reseñada en la prensa de ese país, reporta que la joven – presuntamente – estaría dedicada a vender su cuerpo, y estaba en la zona de la calle Kastanáevskaya, en el barrio de Fili-Davídkovo para encontrarse con un cliente interesado.
Fue identificada como Lauren Fernández quien desde el pasado 19 de mayo se encontraba desaparecida. Sputnik recoge el testimonio de una amiga, también cubana, identificada como Annie Santiesteban, a la que le habrían hecho llegar imágenes de la joven cubana desnuda y para liberarla, pedían aproximadamente 30 mil rublos, el equivalente aproximado a 400 dólares, o de lo contrario “la picaría” en pedazos.
El sujeto implicado en el hecho habría sido apresado por las autoridades locales, tras un allanamiento. Mientras se analizan los datos y prosigue la investigación. Vivían juntas desde hace algunos meses, también en compañías de otros cubanos, en un apartamento de Moscú; refirió que en los planes de la joven cubana estaba regresar a la isla, una vez habilitaran el ingreso de vuelos con la apertura de fronteras. Sin embargo, la cita del pasado 19 de mayo le robó esa oportunidad.
El último contacto que tuvo con la joven cubana, fue una fotografía donde le indicaba que su “cita”, le obsequió un anillo de oro. Desde entonces, no supo más de ella, aun cuando estaba recibiendo los mensajes. Al no tener noticias sobre su paradero, alertaron al teléfono de la joven cubana que darían aviso a la policía, y fue el momento en el que comenzaron desde el teléfono de Lauren, la difusión de imágenes de ella desnuda y de manos atados.
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La advertencia salía del teléfono de Lauren en español, aunque poco entendible. Cree Santiesteban que ya para ese momento la joven había sido asesinada, pues insistentemente pidieron una prueba de vida y jamás se la suministraron, por lo que decidió poner la denuncia.
Las autoridades siguieron la pista del móvil, además del transporte que llevó a la joven cubana a su cita hacia el oeste de Moscú. Al dar con la ubicación, consiguieron restos de sangre en el apartamento del acusado, así como a un segundo implicado en el crimen. Confesaron dónde estaba el cadáver.
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Redacción Cubanos por el Mundo