En dictadura, incluso visitar a un “paciente” puede ser un delito. Eso lo confirma la imposición de una multa al activista cubano Mario Alberto Hernández Leyva por la cantidad de 150 pesos el pasado 11 de mayo de 2021 cuando intentaba tener información de primera mano de Luis Manuel Otero Alcántara, recluido presuntamente en el Hospital Calixto García de La Habana.
Según denuncia la organización Cubalex, el activista perteneciente al Movimiento Opositores por una Nueva República se dirigió, por recomendación de ellos, con la respuesta que el Tribunal en Cuba diera al Hábeas Corpus de Luis Manuel Otero Alcántara, donde se especifica que, supuestamente, él no se encuentra ingresado en contra de su voluntad. Sin embargo, esto además de ser ignorado en el hospital, fue razón suficiente para que el activista recibiera una multa por “burlar el dispositivo de seguridad” impuesto al artivista cubano.
En la multa para el activista por intentar visitar a Otero Alcántara, le indican estar sancionado en concordancia con el Decreto 142 en su artículo 2 sobre las normas de la “seguridad colectiva”, que en ninguna de las diez especificaciones de delitos, hace referencia alguna a la acción ejercida por Hernández Leyva.
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Cuando el activista llegó a la mesa de información del hospital, funcionarios de la Seguridad del Estado lo interceptaron – previa notificación de los trabajadores del Calixto García – y lo llevaron para ser interrogando, amenazado y además prohibirle que regresara nuevamente al hospital.
“Si Luis Manuel Otero está internado bajo su voluntad y como un paciente común, como justifica el Tribunal, ¿por qué el líder de #MSI no tiene acceso a su teléfono?, ¿por qué cada persona que ha intentado verlo ha terminado multada o detenida?, ¿por qué tales medidas solo son aplicadas a él y a sus visitantes, y no ocurre igual con los otros pacientes?”, se pregunta Cubalex en su denuncia de Facebook.
La gran interrogante que circula por estos días, dentro y fuera de Cuba, es qué sucede exactamente con Otero Alcántara, quien siendo un paciente (pero según en perfecto estado de salud), se encuentra ingresado con un excesivo control de seguridad. “¿Es un paciente, como afirman las autoridades sanitarias subordinadas a la Seguridad del Estado, o es un preso político?”, añade Cubalex.
Incluso la corresponsalía de CNN en La Habana no pudo seguir ignorando el caso de Otero Alcántara y abrió espacio para la pregunta sobre las razones para las que el artivista cubano continúe ingresado en el hospital habanero, en aparente buena condición de salud.
Redacción Cubanos por el Mundo