El prisionero político Pablo Moya Delá, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), está nuevamente en grave riesgo de salud tras una intensa huelga de hambre. Así lo denunció Ana Belkis Ferrer García, hermana del coordinador de la organización.
Fue a inicios de junio cuando el opositor sufrió una lesión en el brazo con sangrado, tras la agresión brutal por parte de uno de los reclusos, por instrucciones de la policía política en la prisión de Boniato en Santiago de Cuba. Tras ello, decidió entrar en la huelga para denunciar los malos tratos sufridos por los esbirros de la dictadura.
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Transcurridos más de 40 días, el pasado 2 de agosto la opositora compartió una imagen impactante sobre Pablo Moya Delá. En la gráfica se evidencia en estado de inanición, exhibiendo sus costillas bajo la piel y postrado en una cama.
El prisionero político estaría ingresado en el hospital Clínico Quirúrgico de Santiago de Cuba, carente de equipos médicos y sin los mínimos parámetros de higiene.
“Pablo Moya Delá ha sido reportado nuevamente grave. Desde hace varios días presenta fiebre, no hay dipirona, le inyectaron con Declorfeinato, le hizo reacción adversa y le bajó la presión hasta 40 con 60. En estos momentos tiene 39 y 1/2 d fiebre y vómitos”manifestó Ferrer García la noche de este sábado, 21 de agosto
#SOSCuba.
Soy @anabelkisfg
Pablo Moya Dela ha sido reportado nuevamente grave.
Hace varios días presenta fiebre, no hay dipirona, le inyectaron con Declorfeinato, le hizo reacción adversa y le bajó la presión hasta 40 con 60. En estos momentos tiene 39 y 1/2 d fiebre y vomitos. pic.twitter.com/2IsLFZc2Ox— José Daniel Ferrer (@jdanielferrer) August 21, 2021
Pablo Moya Delá continúa en riesgo mortal
Aunque sigue sin precisarse si Pablo Moya Delá depuso la huelga, bastan pocos días sin ingerir alimentos para que el cuerpo humano comience a presentar complicaciones. De hecho, expertos aseguran que los primeros órganos en verse afectados son el hígado y los riñones.
Cuando el cuentapropista fue detenido el año pasado, Daineris Moya, hijo del prisionero, declaró que su padre es hipertenso y cardiópata, por lo que hace meses comenzó a presentar dificultades de movilidad y unas manchas negras en las manos. Ahora a ello se le suma la debilidad generalizada que le habría provocado la huelga de hambre, por lo que no es de extrañar que el isleño acumule más de tres semanas hospitalizado.
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Durante años, el cuentapropista Pablo Moya Delá ha denunciando sus problemas y los de muchos emprendedores en Cuba; al verse controlados por las insólitas medidas del castrismo para evitar que los comercios independientes en la isla prosperen.
Redacción Cubanos por el Mundo