El turismo en Cuba en los últimos años se ha visto afectado por distintos factores, internos y externos, que con la pandemia por COVID-19 se agravaron. Esta concepción permite ver entonces que la recuperación del sector no pasa solo por la apertura de puertos y aeropuertos, sino que amerita una mirada más profunda.
Pasa incluso, por reconocer el rol que jugará el turismo “nacional”; y sí, así en comillas, porque aunque se trataría de cubanos, serían los del exilio, los que pudiesen servir como punto de partida.
Un análisis presentado en el blog, del economista cubano Pedro Monreal, explica los tres retos por delante en la recuperación del turismo en Cuba, una tarea que ocupa en la actualidad a las autoridades de la isla, apresuradas en desinfectar los aeropuertos y preparar las camas para el arribo de extranjeros.
Los tres retos venideros descritos en el artículo están explicados en: relanzar una actividad económica deficiente antes de que la COVID-19 llegara al escenario; la reactivación de las ventas ante una posible saturada oferta y baja demanda debido a la emergencia del mundo y por último, la comprensión del rol que jugarán los cubanos del exilio como punto de partida para levantar el turismo en Cuba.
Ya desde 2017, el régimen de la isla se enfrentaba a deficiencias en el sector, con la pérdida de viajeros estadounidenses y también procedentes de Europa, sosteniéndose en los turistas canadienses y – curiosamente – en la comunidad cubana que reside en otros países del mundo, único grupo en crecimiento.
Según el contraste con datos oficiales, el turismo procedente de Europa descendió en los últimos dos años en un veinte por ciento, todo esto en un escenario donde la inversión nacional se centraba de forma desproporcional en la oferta turística.
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Por ello, en primer lugar, el turismo en Cuba tendría que enamorar a los seis principales países que solían enviar viajeros como lo son Rusia, Alemania, Italia, Francia, España e Inglaterra.
Sin embargo, destaca que son estos países quienes tendrán por delante su recuperación principalmente, debido a que se han visto duramente golpeados por la pandemia. Su resurgir económico y sanitario, tendrá incidencia en si volverá el flujo de viajeros a la isla.
Entender al mundo después de la COVID-19
Luego de ello, analiza el artículo que el segundo reto está en comprender cómo será el comportamiento del consumo post pandemia. Las condiciones a garantizar, las motivaciones de quien viaja y la oferta más segura, confiable y accesible, siendo estos tres puntos un elemento a analizar en Cuba, que antes de la emergencia por COVID-19 había sido objeto de denuncias de extranjeros por la mala calidad del servicio en hoteles, las condiciones hospitalarias y las deficiencias generales del sector.
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He allí la urgencia de Cuba de ofrecer durante los últimos meses, “el mejor de los escenarios”, al menos a nivel de opinión pública, sobre el comportamiento del virus y cómo, supuestamente, lo han mantenido a raya.
Atraer a los cubanos en el exilio
En relación al tercer reto venidero, se trata de la importancia de reconocer a los cubanos en el exilio en el resurgimiento del turismo en Cuba. La situación económica de los cubanos en la isla no le permite acceder a la oferta del Estado en hoteles y demás centros de disfrute, por lo que serían los viajeros cubanos que residen en el extranjero una importante fuente de obtención de divisas, ellos motivados más que por el disfrute de los balnearios, viajarían para encontrarse con sus familiares y afectos.
La comunidad cubana que hace vida en el extranjero representa según el artículo, tres ventajas al compararla con los puntos anteriormente descritos:
- El total de viajeros superó el medio millón durante 2019
- Tienen razones para viajar a Cuba, más que razones de disfrute turístico
- Inciden en el consumo del sector gastronómico, una oferta local incluso más relevante que el hospedaje
Por esto último finaliza, que los próximos meses tendrían por delante, que las autoridades cubanas asuman que son los cubanos en el exilio, una oportunidad significativa como punto de partida para relanzar al turismo en Cuba.
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Redacción Cubanos por el Mundo
