El Grupo Empresarial Correos de Cuba sigue demostrando incapacidad de gestionar la paquetería internacional para el pueblo cubano, quienes deben esperar extensos periodos de tiempo para poder tener entre sus manos los artículos enviados por familiares y amigos desde el extranjero.
En un reciente comunicado que la empresa castrista lanzó por redes sociales, detalla que se ven “superados” por la enorme cantidad de paquetes que a diario llegan a sus oficinas para ser procesados, ya que no cuentan con la infraestructura, tecnología o personal para hacerlo.
Apelando a la lástima de los usuarios, Correos de Cuba intenta justificarse indicando que siempre han actuado con “transparencia” frente a sus usuarios e intenta justificar las denuncias que a diario aparecen en redes sociales.
Como buena institución comunista, no dudó en culpar a la situación a la pandemia de coronavirus y descargó responsabilidades en servicios extranjeros.
“Cierta y lamentablemente en esta etapa de la pandemia del COVID-19, los envíos postales y de paquetería internacional con destino a Cuba demoran mucho en llegar a la Isla y luego a sus destinatarios, una vez que ya están en manos del Correo, algo que es innegable y que no admite justificación, pero eso tiene sus causas (objetivas y subjetivas), unas inherentes a Correos de Cuba y otras no”, señaló.
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Informa que durante marzo de 2020 y noviembre de 2020, calificada como “periodo de la pandemia” para Cuba, siguieron llegando paquetes, pese a que los servicios estaban suspendidos.
“También en todo este tiempo desde distintos países han arribado por vía aérea en vuelos humanitarios, envíos postales y de mensajería expresa, que sumando los que entraron por vía marítima en 2020 superaron las mil 971 toneladas”, señaló.
Los usuarios cubanos ya no hayan por cuál vía quejarse por el pésimo servicio brindado por Correos de Cuba. En su sitio web existen varios comentarios de clientes, quejándose por el pésimo servicio.
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La solución en manos de privados
Al parecer este caos que tiene entre manos Correos de Cuba tiene una solución rápida y definitiva, el sector privado. Si el castrismo diera a empresas privadas la tarea de recepción, ordenamiento y distribución de las encomiendas que llegan desde el extranjero, el panorama dentro de Cuba sería totalmente diferente.
Está comprobado que la privatización de servicios esenciales en un país pueden garantizar un excelente funcionamiento de los mismos, pues todo el presupuesto está abocado en mejorar y actualizar los procesos internos y no terminan en manos de funcionarios corruptos que solo tienen en mente enriquecerse a costa del presupuesto público.
Redacción Cubanos por el Mundo
